A 188 años de la muerte de Simón Bolívar

"Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad" las últimas palabras de Simón Bolívar apuntaron a la unidad de la Gran Colombia

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Simón Bolívar
Simón Bolívar

El 17 de diciembre de 1830 fallece el libertador Simón Bolivar. Tras ser una figura central de la emancipación en Hispanoamérica, aquel joven mantuano de Caracas se convirtió en un ciudadano más allá de las naciones.


“¡Si mi muerte contribuye á que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro!”


Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y Perú en todas Simón Bolívar liberó. Sin embargó una tisis tuberculosa acabaría con la vida del estratega independentista de apenas 47 años.

El sol de Santa Marta sería el último que le acogería y en la Quinta de San Pedro Alejandrino sería atendido por el médico francés Alejandro Próspero Révérend. A pesar del grave estado de Simón Bolívar, en sus últimos días de agonía el libertador dictó su testamento pero también, la última proclama, un llamado a la unión para mantener La Gran Colombia.

Esta fue la última proclama del Libertador Simón Bolívar

¡Colombianos!

Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento.

Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado: mi reputación y mi amor á la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido á las puertas del sepulcro. Yo los perdono.

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro á otra gloria que á la consolidación de Colombia; todos deben trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos, obedeciendo al actual Gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando sus espadas en defensa de las garantías sociales.

¡Colombianos!

Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. ¡Si mi muerte contribuye á que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro!

Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, á 10 de Diciembre de 1830—20.

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