La Cueva del Guácharo, Primer Monumento Natural de Venezuela

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Si hablamos del primer monumento natural de Venezuela y una de las cavernas más grandes y visitadas del país, sin duda nos estamos refiriendo a La Cueva del Guácharo, ubicada al norte del estado Monagas, específicamente a cuatro kilómetros de Caripe, en Cerro Negro.

La Cueva de inconmensurable valor biológico y geológico, es la fascinación de científicos desde los años 1700  aproximadamente, según lo que describió Alejandro de Humboldt en viaje a Regiones Equinocciales del Nuevo Continente. Esta cueva venezolana ha sido reconocida internacionalmente, como el Santuario Mundial del Ave Steatornis Caripensis o Guácharo, y una de las más bellas del mundo.

El 15 de julio de 1949, La Cueva del Guácharo, es proclamada como área protegida bajo la declaratoria como Monumento Natural Alejandro de Humboldt. Es el primero de los 36 que alberga nuestro país en homenaje a este científico y explorador alemán, quien fue el encargado de darla a conocer a nivel mundial e hizo la primera descripción científica de la especie animal más destacada que la habita, el Guácharo; así como del área explorada de la caverna y los indios Chaima.

La protección de los procesos geológicos y biológicos al interior de caverna subterránea natural, fue ampliada con la creación en 1975, del Parque Nacional El Guácharo, con una superficie 62.700 hectáreas de diversos paisajes y caídas de agua de enorme belleza, resguardando el régimen hídrico del área que la circunda.

La caverna tiene una longitud interna de 10,5 km y una temperatura promedio anual de 21 °C, la Cueva del Guácharo está formada por rocas calizas, cuya formación se remonta al período Cretácico hace 130 millones de años.

Por la acción erosiva del agua sobre la roca carbonatada, la caliza, se originaron una serie galerías intercomunicadas, además de la formación de estalactitas, estalagmitas y columnas de gran tamaño, diversas, curiosas y singulares formas, provistas de una espectacular belleza que adornan las bóvedas, paredes y pisos de la cueva.

Las estalactitas, estalagmitas y columnas han sido bautizadas según la forma o figura que tienen, como por ejemplo: La Virgen del Valle, El Angel de la Guarda, la Virgen del Carmen, El Cardón, La Palmera, Cabeza de Elefante, Alcatraz en Picada, el Cuarto de los Enamorados, el Cuarto del Olvido, La Pila de Agua Bendita y La Torre, que mide 18 metros de altura.

La única entrada conocida hasta ahora se encuentra a 1.066 metros de altitud, con una boca amplia de 23 metros de alto por 28 de ancho, de la brota un riachuelo de aguas cristalinas afluente de la quebrada Cerro Negro. Allí inicia el recorrido turístico de la Cueva del Guácharo.

El Guácharo es la especie más sobresaliente de la cueva, ave que gusta de vivir en la oscuridad y sólo abandona la caverna al caer el día, en busca de las frutas con que se alimentan. En este hábitat conviven varias especies de murciélagos, insectos, roedores, arácnidos y coleópteros.

La visita se extiende hasta 1.2 kilómetros, por un sendero diseñado y construido para proteger el interior de la caverna, además de ofrecer seguridad y comodidad al visitante, siempre acompañado un guía autorizado por el Instituto Nacional de Parques (Inparques).

Los restantes nueve kilómetros sólo pueden ser visitados con propósitos científicos o educativos, previa autorización de Inparques. El propósito de esta medida es preservar el hábitat de la colonia de guácharos más grande del país, así como proteger los espeleotemas (las formaciones) de las partes más profundas de la cavidad.

A lo largo del Monumento Natural Alejandro de Humboldt el visitante encontrará muchas galerías y salones con nombre propio: Salón de Humboldt o Salón de los Guácharos, Galería del Silencio o Paso del Silencio, Galería del Río, Salón Precioso, el Cuarto de los Pechos y Salón Sublime, entre otros.

Desde Caracas por la vía Barcelona-Maturín-Caripe, y desde Maturín, Carúpano y Cumaná, tomando la carretera de Caripe, desde Maturín, Cumaná y Carúpano.

Conservar nuestros espacios naturales depende de todos y todas, por lo que es indispensable respetar las normas y recomendaciones durante la visita guiada:

Para entrar a la Cueva del Guácharo se debe estar acompañado de un guía autorizado por el Instituto Nacional de Parques.

No está permitido el uso de linternas u otro tipo de iluminación artificial, excepto la que porte el guía. También está prohibido usar flash en el Salón Humboldt. Siempre es importante recordar  que los guácharos no toleran la luz.

Durante el recorrido debe mantenerse en el sendero pavimentado.

Aunque en algunos terrenos contiguos a la cueva se permite acampar, está prohibido encender fogatas.

Llevar calzado cómodo, cerrado y con suela de goma es lo más recomendable para evitar resbalones y caídas. El sendero suele estar húmedo, lodoso y cubierto de desechos orgánicos.

Para  hacer el recorrido completo, lo ideal es acudir en la mañana.

Es muy importante que evite cortar las estalactitas y estalagmitas para llevarse un recuerdo de su viaje,  no destruya lo que la naturaleza ha tardado miles de años en crear. La Cueva del Guácharo, fascinante e invaluable, es un monumento natural que forma parte de lo afirmativo venezolano.

Por: Gustavo Rivas