Venezuela es un territorio repleto de belleza natural y sorpresas, en su extremo occidental justo en la Ciénaga de los Olivitos, se encuentra el único lugar donde habita el flamenco y que desde el 4 de septiembre de 1996, sus 26.000 hectáreas de superficie fueron declaradas un sitio humedal de conservación.
La Ciénaga de los Olivitos es de alto valor ecológico, se trata de un humedal costero que dispone de mareas, manglares, lagunas, marismas, y hábitats de playa, que también sirven de refugio a la Fauna Silvestre y como reserva de Pesca.
Aparte de los flamencos, este sitio al extremo nororiental de la costa del Lago de Maracaibo también posee caimanes de la costa, manatíes, tortugas marinas, la Coracora Roja, el popular caracol botuto y otras 136 especies propias de la zona.
En la Ciénaga de los Olivitos también se observan salineras, espejos de agua y dunas, allí se encuentra una planicie donde convergen las aguas del río Cocuiza y el Palmar, su clima semiárido con una temperatura anual de 28°C hace de este un lugar ideal para ser descubierto pero también conservado.
Los pueblos que hacen vida en este humedal costero en la región del Zulia son Ancón de Iturre, Santa Rosa de Agua, El Moján, Altagracia, Sabaneta de Palma, Los Jobitos, Quisiro, Bella Vista de la Candelaria y Boca del Palmar.
Este sitio fue creado como reserva el el 20 de noviembre de 1986 y forma parte de la región de manglares del Zulia que representa al menos un 20% de los manglares en todo el territorio de nuestro país.
Desde 2015 forma parte de los destinos de la Ruta Eco-Turística, donde los turistas pueden realizar dos recorridos diferentes en lancha, uno que va a Caño Viejo para observar los flamencos y otros 150 tipos de aves endémicas, y el otro paseo que cubre Caño Nuevo donde habitan los Caimanes de la Costa.