Cueva de cuarcita en el cerro Auyantepuy

Esta cueva de cuarcita es una formación rocosa repleta de estos cristales de Óxido de Silicio, este es el mineral más común de la corteza terrestre

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Venezuela es un país que cobija y esconde maravillas naturales, una cueva de cuarcitas descubierta en el cerro Auyantepuy, en la Gran Sabana, al sureste de Venezuela, ha sido uno de los hallazgos más importantes  realizado por el equipo venezolano Theraphosa y el italiano La Venta, un lugar difícil de acceder pero imposible de desconocer.

Freddy Vergara, espeleólogo venezolano encabezó el equipo Theraphosa que descendió a las profundidades de la cueva en la cara este del Auyantepuy, en dirección al valle de Kamarata y al valle de Kavanayén en el mes de Marzo, hace ya unos tres años..

Esta cueva de cuarcita es una formación rocosa repleta de estos  cristales de Óxido de Silicio, este es el mineral más común de la corteza terrestre y es propio de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias, se encuentra en la formación geológica con forma de meseta a unos 1500 metros sobre el nivel del mar.

La cueva a unos cueva250 metros bajo la superficie, posee cascadas, lagos, guácharos y estalactitas de colores. Fue vista por primera vez en 2011 por el piloto venezolano Raúl Arias, a quien posee una amplia experiencia y que incluso ha pilotado para Harrison Ford en un viaje del actor a la Gran Sabana.

Las maravillas de la cueva de cuarcita sólo pueden apreciarse con luz natural, el lugar explorado no posee entrada de luz, en su punto más bajo durante la expedición realizada en marzo de 2013 corresponde 180 metros de profundidad, por lo que su travesía no fue tan sencilla,unos 60 metros recorriendo utilizado cuerdas y haciendo rapel- entre grietas y precipicios,  el resto fue hecho a pie.

Esta impresionante cueva fue descubierta por un grupo de venezolanos e italianos que completó un total de 14 personas que durante 15 días exploraron las profundidades de la cueva de cuarcita en  el cerro Auyantepuy.

A pesar del impresionante hallazgo que destaca aún más la riqueza del suelo guayanés, en 1970 dos cuevas similares fueron halladas en los tepuyes Autama o Sarisariñama.