Los premios más reconocidos a las ciencias y humanidades han sido entregados en su versión de este año por la Academia Sueca de Ciencias (salvo por el premio de literatura y de la paz) y sus temas de estudio son tan sorprendentes y futurísticos prometiendo desde una segunda revolicón cuántica hasta reciclaje célular.
Precisamente el reciclaje célular desarrollado por el científico japonés Oshinori Oshumi recibió el mérito de coronarse como el premio nobel de medicina 2016 por estudiar los mecanismos durante el proceso de reciclaje celular conocido como autofagía.
Mecanismos de reciclaje celular
Las células ingieren otras células (sí, se comen entre ellas) y para que este mecanismo pueda ser desarrollado a plenitud, las células requiere de un proceso de digestión en su subórgano el lisosoma que permite desarmar y degradas componentes deteriorante dentro de ella misma para así el reciclaje celular.
Durante el proceso de reciclaje celular o autofagía pueden suceder fallas, que serían las causantes de enfermedades como la diabetes, diferentes tipos de cáncer y otras afecciones neurodegenerativas como el mal de Parkinson.
El análisis de Oshumi representa una esperanza de vida para unas 14.5 millones de personas que padecen cáncer (Cifra suministrada por la OMS) una enfermedad que se produce por la reproducción en exceso de células benignas o la división de células malignas, por otro lado, 10.000 millones de pacientes con Parkinson podrían encontrar respuestas a su padecimiento de desgaste cerebral.
La investigación de Oshumi inició en 1988 con la primera identificación de la autofagia en células a través de un microscopio, ahora, 28 años después los mecanismos de ese proceso de eliminación y reciclaje celulas le ha valido un premio nobel de medicina.
Con 71 años Oshumi se convierte en el sexto japonés nobel de medicina sumándose a una lista de 26 nipones que han sido galardones con un premio nobel.