El 75% del cuerpo humano está compuesto de agua, este líquido de dos moléculas de oxígeno y una de hidrógeno, es parte de la esencia de la vida en cada organismo y aunque sabemos de los beneficios, mucho ignoramos acerca de las consecuencias de no ingerir la cantidad adecuada de agua.
Nuestro organismo tan solo puede mantenerse con vida 15 horas sin beber agua en un ambiente de condiciones extremas y 3 días en condiciones normales. Esto sucede porque disminuye la función cognitiva, cae la presión arterial y finalmente si se prolonga durante varios días provoca la muerte.
Cuando no se ingiere agua se producen alteraciones en el estado de ánimo, causando que el cerebro se contraiga por la falta de agua al necesitar de mayores esfuerzos para funcionar, esto se debe a que el agua alimenta al cerebro y a la médula espinal.
Asimismo al deshidratarse, los receptores sensoriales localizados en el hipotálamo del cerebro descargan una señal de una hormona antidiurética que se dirige a los riñones, provocando proteínas como las acuaporinas que hacen a la sangre retener más agua y regulan el paseo del agua a través de membranas celulares, esto hace que la coloración de la orina se torne más oscura.
Las consecuencias de abstenernos del agua son nefastas y es que el agua es parte del combustible que nos da vida, de hecho, funciona como lubricante de las articulaciones y los huesos, así como también regula la temperatura corporal.
Ahora bien, sabemos que el agua mantiene el equilibrio de nuestro organismo, pero ¿Qué tanta agua debemos beber diariamente? Según los expertos se recomiendan de 2,5 a 3.7 litros de agua para los hombres y de 2 a 2.7 litros de agua para las mujeres.
Pero ¿Se puede beber demasiada agua? Sí, pero difícilmente puede causar daños en el organismo, esto se debe a que nuestro cuerpo está diseñado para eliminarla a través del líquido y el sudor, sin embargo, esto puede hacer un sobre esfuerzo en nuestro riñones diluyendo el sodio, potasio y cloro en la sangre, causando problemas cerebrales o respiratorios.
