La actividad física puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares

La Asociación Americana de Cardiología asegura que la regularidad del ejercicio es lo más importante para el control de enfermedades cardiovasculares

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La vida sedentaria aumenta las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.

La práctica regular de un ejercicio disminuye el riesgo de mortandad por enfermedades cardiovasculares. Ya sea caminar, correr o simplemente estar de pie sin importar cuál sea el ejercicio se estará prolongando el tiempo de vida.

En 2008 la Asociación Americana de Cardiología recomendó practicar 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos semanales de ejercicio intenso para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Ahora la misma asociación sugiere en su guía actualizada de actividad física que podrían ser menos minutos de alta o moderada intensidad, siempre y cuando sea ejercicio regular.

Desde 1950 los trabajos sedentarios han aumentado en un 80%. Para 1960, los trabajos de esfuerzo físico representaban la mitad de la fuerza laboral en Ámerica, según la ACC. De alguna forma la industrialización y la masificación de los medios de transporte han cultivado una generación estática con una esperanza de vida más corta.

Aunque se ha comprobado que mientras más alta sea la intensidad un ejercicio cardiovascular menor es la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, iniciar con una rutina corta de actividad física es un buen primer paso para una vida sana.

Lo importante es mantenerse en movimiento, la ACC considera actividad física, todo aquello que implique mover el cuerpo y quemar calorías. Algo es mejor que nada. Aunque el ejercicio en exceso resulta dañino para la salud, peores consecuencias acarrea no practicar ningún ejercicio y llevar una vida sedentaria.

¿El daño es irreversible?

El ejercicio regular es el secreto para prevenir enfermedades cardiovasculares, pero ¿qué sucede cuándo la persona ya padece de una afección de este tipo? Journal of the American College of Cardiology recomienda en estos casos, seguir o comenzar a practicar una rutina de ejercicios, aún ya con el padecimiento, el ejercicio aumentará las esperanzas de vida del paciente y le mantendrá en una salud mejor a la que podría tener sin practicar ejercicio.

El ejercicio físico no sólo disminuye la mortandad por enfermedades cardiovasculares, la Asociación Americana de Cardiología asegura que cualquier esta actividad combate cualquier otro padecimiento o enfermedad que disminuya la probabilidad de vida.

Fuente: ABC y Asociación Americana de Cardiología