Científicos hallan relación entre impaciencia y envejecimiento

La impaciencia acorta la esperanza de vida, así lo ha revelado un estudio sobre este rasgo humano y la predisposición genética del envejecimiento

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Ser impaciente hace que envejezcas más rápido. Un estudio realizado por diferentes universidades del mundo y publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ha evidenciado que quienes desesperan con mayor facilidad poseen una estructura genética corta que acelera el proceso de desgaste biológico.

Los telómeros, también conocidos como “El gen de la longevidad” son los extremos de los cromosomas que tienen la tarea de protegerlos ante el desgaste de las células. A medida que envejecemos, los telómeros se hacen más cortos y la defensa de las células para realizar el proceso de división celular se debilita.

Cuando una persona tiene los telómeros cortos tiene una menor esperanza de vida, mientras que quienes tienen los telómeros más largos tienden a ser más longevos. Investigadores de la Universidad de Singapour, de la Universidad de California en Berkeley y de la Universidad Estatal de Pensilvania, se dieron a la tarea de comprobar la relación entre la impaciencia y el tamaño de estas estructuras genéticas.

Impaciencia y envejecimiento

Un grupo de 1.159 estudiantes universitarios chinos, entre 21 y 11 años edad participó en el estudio sobre impaciencia y envejecimiento. A cada individuo se le explicó que la práctica consistía en un experimento de psicología común y que de aceptar, se le daría una cantidad de dinero en un momento inicial y otra cantidad extra en otra fecha posterior. Por otra parte, para medir el nivel de inquietud, todos los participantes completaron un test psicológico.

El experimento social sobre la espera del dinero ofrecido, fue el método ideado por los investigadores para comprobar el grado de paciencia o impaciencia en el grupo de estudiantes.

Luego de un análisis de ADN y de sangre antes y después del experimento se descubrió que los estudiantes más impacientes, tenían una menor longitud de los telómeros que los otros participantes más serenos, por lo que se concluyó que la impaciencia realmente acelera el envejecimiento. Aunque, curiosamente, la relación entre impaciencia y lo corto de los telómeros no fue tan consisten en varones como en mujeres.

Fuente: Muy interesante.es