Un mal trabajo puede acabar con tu salud a los 40 años

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Un mal trabajo puede acabar con tu salud a los 40 años

Un mal trabajo puede acabar con tu salud a los 40 años, así lo confirma una investigación que desde hace 35 años ha examinado el impacto del entorno laboral en la salud, según el estudio desempeñarte en un trabajo que no te gusta trae consecuencias mentales y físicas.

Un ser humano promedio pasa alrededor un total de 8 a 10 años enteros de su vida trabajando pero los daños en la salud no esperarían hasta final del período laboral para hacerse sentir, basta con llegar a los cuarenta años de edad para percibir las lesiones de un mal trabajo.

El estudio siguió la trayectoria profesional de personas entre los 14 y 22 años desde 1979 basándose en los registros de la Encuestas Nacional de Juventud, ese mismo año.  Los trabajadores se agruparon en cuatro conjuntos en relación a su empatía por el trabajo: a los que les gustaba (15%), a los que no (45%), aquellos que al principio disfrutaban pero con los años dejó de gustarles (23%) y aquellos que al principio no les gustaba pero mejoraron (17%)

Desgaste laboral

Con el pasar de los años, al cumplir cuarenta los miembros de este grupo fueron evaluados para medir su deterioro mental y físico. Los resultados arrojaron que las personas a quienes no les gustaba su trabajo terminaron con peor salud mental, mayores niveles de depresión y problemas para dormir que quienes sí lo disfrutaban.

Así también las personas que con los años perdieron el amor por el trabajo también vieron su salud fuertemente afectada por causa de la insatisfacción laboral. ¡Pero calma! No todo está perdido, muchas personas experimentaron un cambio en su percepción del trabajo y aunque al principio no era de su agrado con el tiempo mejoro, estas personas vieron beneficios para la prolongación de su vida productiva.

El síndrome del desgaste laboral es también conocido como Burn out, los síntomas van desde cansanció y depresión hasta la inseguridad y pérdida del sueño por causa del trabajo, convirtiéndose en una seria secuela de un mal trabajo.

Fuente: elmundo.es