Los aguinaldos son un género musical autóctono de Venezuela, una evolución musical del villancico europeo, el cual puede ser interpretado sin ningún acompañante musical, es decir solo la voz del intérprete. Se caracteriza sobre todo por ser una tradición que se acostumbra a llevar a cabo en el mes de Diciembre. Las personas suelen confundir los aguinaldos con los villancicos, que también son música propia de la navidad, sin embargo, no son lo mismo.
Esta tradición se ha extendido a lo largo y ancho de toda América Latina con el pasar de los años, proveniente específicamente de España, donde inicialmente eran conocidos como “Canto de los Villanos”, es decir de los habitantes de las Villas. Dichas canciones llegaron a Latinoamérica a través de los grupos religiosos como los Salesianos y los Franciscanos.
En Venezuela, esta tradición tuvo como nacimiento en la ciudad de Caracas, con el Coro del Instituto Venezolano de Ciegos, de los hermanos Salesianos, quienes para 1946 exactamente grabaron un disco con los villancicos más populares, entre los que destacan “Mi Burrito Sabanero”.
De nuestro país, saltaron hacia colombia gracias al Beato Luis Variara, quien llevó una copia del disco para colocarles su música a los enfermos de Lepra.
Por eso, hoy les presentamos los mejores villancicos y aguinaldos de todos los tiempos y que suelen ser muy populares en estaciones de radio y hogares venezolanos durantes las fiestas decembrinas.
El Burrito Sabanero
Este villancico que asociamos a la voz de algún niño es de la autoría de Hugo Blanco, músico venezolano, con inspiración en la región sabanera de nuestro país. La cual fue célebre desde que el popular Topo Gigio la interpretó para la televisión de México y por buena parte del mundo de habla hispana.
El Tamborilero
El origen de ‘El tamborilero’ es checo, y hace falta remontarse hasta el 1941 para hablar de cuándo se escuchó por primera vez: fue en Estados Unidos, siendo traducida al inglés y pronto se hizo muy popular. La letra trata el tema de la pobreza y de la vida de un niño que visita al Mesías en Nochebuena y que como no tiene nada que regalarle le ofrece la música de su tambor.
A partir de 1950 se empezó a interpretar por distintos autores, como José Feliciano, que la cantó en 1995 para el programa ‘Christmas at the Vatican’ que se emite en Roma y es un especial que se preparó para el Papa Juan Pablo II.
Hoy es navidad
Otro de los villancicos más populares en Venezuela, suele ser uno de los más interpretados en las novenas que se realizan a partir del 15 de diciembre como antesala la nacimiento del Niño Jesús.
Los Peces en el Río
El origen de la canción es desconocido, aunque tiene influencias árabes. Como suele suceder con muchos villancicos populares, existen varias versiones de la canción con letras más o menos extendidas, todo depende de la tradición de cada familia. Se trata de un villancico con temática religiosa centrándose sobre todo en la historia de la Virgen María y sus quehaceres diários tras el nacimiento del niño Jesús.
Cascabel
Otras de las canciones que ha trascendido de generación en generación a través de los años, su autor es desconocido al día de hoy.
Tutaina
El “tutaina tuturumaima, tutaina tuturumá” le ha dado la vuelta al mundo y ha acompañado las navidades año tras año sin perder vigencia a través del tiempo; pues ambos coinciden en que, aunque no sabemos ni qué significan, tienen un no sé qué muy pegajoso y que genera fácil recordación.
Din, Din, Din
De los mayores clásicos en las parrandas venezolanas, esta canción es común escucharla en novenas, paraduras del Niño Jesús y Misas de Aguinaldo.
Niño Lindo
Es un aguinaldo emblemático de los recolectados por el maestro Juan Bautista Plaza en la Iglesia de San Pedro de los Altos, en el Estado Miranda, y luego recopilados en el cuaderno de aguinaldos de Vicente Emilio Sojo. El trabajo de recopilación de músicos como Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo nos ha permitido disfrutar de este tesoro cultural y ha unido a Venezuela en una gran tradición decembrina.
Noche de Paz
Ese poema fue acerca de la noche en que los ángeles anunciaron el nacimiento del Jesús a los pastores en una ladera. El pastor Joseph Mohr decidió en ese momento que esas palabras podrían ser un buen villancico para su congregación la noche siguiente en su servicio de Nochebuena.
En 1834, interpretaron “Noche de Paz” para el rey Federico Guillermo IV de Prusia. Le gustó tanto que ordenó a su coro de la catedral que la cantara cada Nochebuena. Veinte años después, la canción llegó a Estados Unidos y la cantaron, en alemán, en el Monumento a Alexander Hamilton, ubicado a las afueras de Nueva York. En 1863 fue traducida al inglés con el título “Silent Night”
Campana Sobre Campana
Villancico conocido en todos los países de habla hispana, de origen andaluz y autor desconocido.
Si bien, la lista puede ser aún mucho más larga y sabemos que hay muchos más que de igual manera disfrutamos en estas fechas junto a nuestra familia y en las tradicionales paraduras del niño cada 2 de febrero. Solo los dejamos una pequeña lista considerando los más emblematicos en la historia.
Esperamos que ustedes nos digan cuál falta en esta lista y gustosamente lo anexaremos.
Por: Gustavo Rivas