Durante los cinco años de guerra en Siria, la población infantil ha sido la más deteriorada por el conflicto armado. Según Unicef, los niños han tenido que madurar de forma violenta para trabajar y las niñas para casarse, 1500 violaciones a sus derechos han sido perpetradas sólo en 2015.
La mayoría de estos abusos está vinculado a heridas con arma de fuego, al menos un tercio de los niños fallecidos en 2015 ha sido por ataques explosivos en sus escuelas o mientras se dirigían a ellas. La inseguridad y violencia ha llevado la deserción escolar a números alarmantes, se estima que 2,1 millones de niños en Siria no van a la escuela.
3.7 millones de niños sirios han nacido desde el inicio del conflicto. Ya sea en su país o como refugiados, ninguna de las condiciones han sido vistas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia como un ambiente apto para el desarrollo integral y saludable de un niño.
Siria no es un país para niños
Según investigación de Unicef, la mitad de todos los casos verificados de niños reclutados como soldados son menores de quince años, cifra que duplica los datos del año 2014.
Estos niños son llamados para ocupar roles de guerra en los grupos armados, en muchos casos sin el permiso de sus padres, también son utilizados para ejercer puestos en primera línea de batalla como transporte, mantenimiento de armas, vigilancia de puntos de control, cuidado de combatientes heridos o evacuación. Lo más preocupante del conflicto es que cada bando utiliza a los niños para asesinar, como verdugos o francotiradores.
El pasado lunes, Unicef publicó su informe titulado ““No es un lugar para niños” donde muestran con cifras que la violencia en Siria ha determinado el deterioro de la infancia desde el inicio de la guerra en 2011, 8 millones de niños que representan el 80% de la población total han sido afectados por el conflicto.
No sólo en Siria, durante las rutas de escape migratorias de los refugiados hacia Europa, decenas de niños han fallecido en naufragios, el pasado 2 de septiembre de 2015, las imágenes del cuerpo ahogado del pequeño Aylan Kurdi en las costas turcas estremeció al mundo, sin embargo, meses después no dejan de morir niños por el conflicto.