Un Convoy Humanitario repleto de provisiones y ayudas para al menos 78.000 personas fue bombardeado en la región de Alepo dejando al menos veinte muertos, incidente que ha sido respondido por la ONU con la suspensión de la ayuda humanitaria en Siria.
Aún se desconoce el autor del bombardeo pero Estados Unidos atribuyó el ataque a las fuerzas rusias y al gobierno sirio, por su parte el régimen de Putin informó que verificará las informaciones referentes al bombardeo que puso fin a la ayuda ofrecida por la ONU.
A pesar de la suspensión total de intervención humanitaria por las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional continuará sus operaciones en el territorio sirio donde al menos 9000 personas han muerto por los bombardeos rusos iniciados en septiembre de 2015, según el observatorio de derechos humanos sirio.
El gobierno de Obama se manifestó a través de su secretario de estado, John Kerry, refiriéndose a los bombardeos y a la implicación rusa dentro de ellos “Un tema importante es que los rusos tienen que controlar a Al-Asad, quien bombardea indiscriminadamente, incluyendo los convoyes humanitarios. Esperemos a ver qué ocurre, a comprobar los hechos. Necesitamos ver en qué punto estamos y, a posteriori, pronunciarnos al respecto”.
Obama expresó su deseo a continuar “la difícil labor de la diplomacia” en Siria.
El pasado 9 de septiembre se acordó un alto al fuego para permitir ayuda humanitaria a las personas que viven sitiadas por la guerra la ciudad de Alepo que consideraba como uno de sus fundamentos la cooperación de todas las partes en el pacto.
Pero el cese al fuego no ha sido descartado todavía pero sí se encuentra en una situación complicada, el mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, también ha dicho que “el alto el fuego no está muerto, pero que está en peligro y seriamente afectado.”