La nueva ley que prohíbe el uso del burkini en playas de Francia ha desatado polémica a nivel mundial por tratarse de un acto islamofóbico, totalmente discriminatorio contra las mujeres que lo utilizan y que también viola las libertades de religión.
En las últimas horas el Consejo de Estado en Francia eliminó la prohibición del uso de esta prenda, una acción que incidirá por ahora en las playas de Cannes y niza. Uno de los abogados en defensa de los Derechos Humanos ha expresado que debería aplicarse a otras jurisdicciones en el resto de Francia.
Por ahora en 30 playas francesas, la prenda diseñada como traje de baño para las mujeres musulmanas está prohibida, aunque resulta un tanto confuso debido a que el Consejo de Estado levantó la medida pero unas treinta alcaldías se niegan acoger el fallo.
En la opinión pública la medida contra el burkini fue mal vista por los vigilantes internacionales y defensores de los derechos humanos que definen esta ley como una violación a las libertades fundamentales, así como ha sido etiquetada como retraso para el desenvolvimiento de la mujer.
En Londres y Berlín se produjeron manifestaciones contra la prohibición del burkini, utilizando pancartas de “Islamofobia no es libertad” cientos de mujeres rechazaron la medida del gobierno francés.
Las alcaldías no han acogido el decreto del Consejo de Estado, las mujeres que se detenidas, notificadas o interrogadas por el uso del burkini, todas estas tienen el derecho a ampararse en la jurisprudencia del Consejo de Estado.
La decisión del Consejo de Estado no puede ser apelada por tratarse del máximo rector de leyes en el país.