A treinta años del accidente en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin en Chernóbil, la naturaleza comienza a emerger nuevamente, según expertos, esto se debe a la ausencia de seres humanos en la región donde los niveles de radiación acabaron con la vida de cuatro mil personas.
Sin la presencia de humanos, el espacio de Chernóbil se hace ideal para el desarrollo de la vida animal. Según Nick Beresford, profesor experto del Centro de Ecologia e Hidrologia en Lancaster este efecto ha sido positivos, “La radiación es una cuestión de mayor riesgo potencial. Pero cuando los seres humanos están alrededor, los animales son dispararon o simplemente pierden su hábitat”.
Caballos, lobos y zorros son parte de los animales que ahora hacen vida en la zona de Chernóbil que permanece deshabitada, sin embargo no existen datos sobre los efectos que la radiación ha tenido en la formación genética, mutaciones y cánceres desarrollados por los animales.
Algunas investigaciones indican que la presencia de humanos en zonas de vida salvaje y silvestre, puede resultar aún más letal que miles de toneladas de radiación, es por eso que Chernóbil ve nuevamente la vida florecer al permanecer deshabitada desde el desalojo por el accidente.
El accidente nuclear más grave de la historia
La planta nuclear de Chernóbil explotó a las 4:00 a.m. del 26 de abril de 1986 y arrojó amplias cantidades de partículas radioactivas en el aire, haciendo de esta zona, un lugar inhabitable para los seres humanos.Según un el informe del fórum de Chernóbil publicado en 2005 al menos 600.000 personas recibieron las mayores dosis de radiación.
Resulta difícil determinar un número de víctimas exacto tras el accidente nuclear, este tipo de desastres trascienden de una forma que siempre se suman más muertes por efectos de la radiación, desde el personal que extinguió el incendio, los fallecidos con la explosión hasta las víctimas de cánceres por radiación.
En Ucrania fueron contaminadas con radiación cerca de 3 mil localidades situadas en 12 de las 25 provincias del país, actualmente cinco millones de personas viven bajo los efectos de la contaminación por estroncio y plutonio, sustancias dañinas al organismo cuando se ingieren o inhalan.
Fuente: independent.co.uk