Muchos amantes de los viajes desean visitar Estados Unidos al menos una vez en la vida, ya que se trata de un país que ofrece numerosas posibilidades turísticas de todo tipo, es decir, se puede ir tanto a la playa como a la montaña, así como a ver monumentos de muchos estilos diferentes. Por ejemplo, California es un estado muy recomendable para los amantes del agua, ya que su costa está bañada por el oceano Pacífico. Para aquellos que prefieran el riesgo y el juego lo ideal es Las Vegas, donde priman los casinos. Por el contrario, para los amantes de la arquitectura lo más recomendable es Nueva York, cuyo skyline es impresionante. Para viajar a Estados Unidos lo único que se necesita es contar con una visa que permita la entrada el país, a menos que el viajero sea ciudadano de un país que forme parte del programa ESTA (Sistema de Autorización Electrónica para Viajar) de exención de visado.
Todos los ciudadanos de los países que no estén incluidos en el programa de excención de visa deberán solicitar el visado para poder entrar al mencionado país norteamericano. Los países que forman parte de dicho programa son los siguientes: Alemania, Andorra, Australia, Austria, Belgium, Brunei, Chile, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungria, Irlanda, Islandia, Italia, Japon, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Monaco, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Republica Checa, Republica de Malta, San Marino, Singapur, Suecia, Suiza y Taiwan. Por tanto, los demás ciudadanos deberán realizar el proceso de solicitud del visado de la manera habitual.
En primer lugar, deberán rellenar el formulario DS-160 correspondiente a su tipo de visado completando sus datos personales. Después serán convocados a una entrevista de visa a los Estados Unidos, que se realizará en el consulado estadounidense del país en el que se encuentre viviendo el solicitante. Se trata de un proceso bastante sencillo, pero que a veces puede dar algunos problemas. Por tanto, hay que estar seguro de que se va lo suficientemente preparado para ello. Se recomienda llegar con antelación a la hora indicada para evitar posibles retrasos en las gestiones. Es importante ir bien vestido, ya que la imagen es igual de importante que todas las palabras que se puedan decir. Asimismo, es conveniente llevar toda la documentación requerida ordenada y organizada para evitar ponerse nerviosos y perder el tiempo. Las preguntas serán cortas, es decir, la entrevista no durará más de 5 o 10 minutos. Serán cuestiones bastante frecuentes como por ejemplo, el motivo del viaje o las intenciones de futuro al regresar al país de residencia habitual, ya que la ley de inmigración de Estados Unidos estipula que cualquier persona que llegue al país pretende quedarse. Para evitar inconvenientes, lo mejor es dar respuestas cortas, claras y concisas, sin añadir demasiadas explicaciones que no hayan sido pedidas por el entrevistador.
No será difícil pasar la entrevista si el solicitante es cortés, no hace muchas preguntas innecesarias y no discute con quien le pregunta. Si no se conoce muy bien el idioma, será conveniente pedir que se repita o reformule alguna pregunta que no se haya comprendido. De esta forma no quedarán flecos ni cabos sueltos que puedan llevar a la confusión.
