La Leucemia Mieloide Crónica representa entre un 15% y 40% de las leucemias, se produce en las células generadoras de sangre en la médula ósea siendo una enfermedad silenciosa que tarda en ser diagnósticada, motivo por el que cada 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica.
El Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica se celebra un 22 septiembre debido a que los cromosomas 22 y el 9 son los que que producen la alteración en las células madres en la médula ósea, para que una de las formas de informar sobre la no tan conocida enfermedad sea su mismo día de recordatoria
A diferencia de los cánceres águdos en esta zona, los pacientes con Leucemia Mieloide Crónica posee más de la mitad de posibilidades de sobrevivir, requieriendo un tratamiento continúo por el mismo caracter crónico del padecimiento.
El Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica se celebra un 22 septiembre debido a que los cromosomas 22 y el 9 son los que que producen la alteración en la médula ósea
A pesar de no presentar síntomas sino hasta el estado avanzado de la enfermedad, la Leucemia Mieloide Crónica suele venir con ciertos indicios como pérdida de apetito, cansancio, sudoración excesiva, adelgazamiento, fiebre, así como al aumento de tamaño del bazo y dolor en el lado izquierdo del vientre o sensación de plenitud tras las comidas, en los casos más extraños aparecen dolores de cabeza, visión borrosa o dificultad respiratoria.
Esta enfermedad tiene varios tratamientos, en primera instancia se trata de un inhibidor de enzimas (exactamente de la Tirosina Quinasa) el Gleevec o Glivec producido principalmente por el laboratorio farmaceútico Novartis, un producto que permite atacar y dividir las células cancerígenas.
En los estados más águdos de la Leucemia Mieloide Crónica se realizan trasplantes de médula ósea, en un proceso regenerativo en el cual se destruyen ciertas partes de la médula para regenerarla con precursores sanguíneos nuevos y sanos que no estén enfermos con células cancerígenas