Un hospital apoyado por Médicos Sin Fronteras en la ciudad de Alepo fue bombardeado por el ejército sirio dejando hasta ahora 27 personas fallecidas durante la noche del pasado miércoles, a pesar del alto al fuego acordado con las Naciones Unidas en febrero de este año.
El personal de la organización médica y humanitaria a nivel internacional, continúa el proceso de búsqueda de desaparecidos bajo los escombros del hospital Al Quds en el barrio residencial Al Sukari, al norte de Siria y cercana a la frontera con Turquía.
Durante el ataque aéreo falleció el último pediatra de la ciudad de Alepo, así como otros tres médicos y varios menores de edad. El edificio del centro médico situado en un territorio controlado por los rebeldes se vino abajo acabando con la vida de al menos 14 personas.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos declaró el ataque al hospital de Alepo como un crimen de guerra y expresó que podría generar una catástrofe aún peor al no poder ofrecer atención básica a las personas en la zona de conflicto.
Un activista local aseguró que el ataque aéreo corresponde a un bombardeo de la aviación rusa con dos potentes cohetes, cerca de 200 personas, de las cuales al menos 100 son civiles, han muerto la última semana tras los esfuerzos de Al- Assad para recuperar la ciudad de Alepo.
La ciudad se encuentra dividida a causa de la guerra entre rebeldes y las fuerzas del gobierno sirio desde 2012, a pesar de los recientes esfuerzos de las Naciones Unidas para disminuir las tensiones y reiniciar las conversaciones de paz entre ambos bandos en Ginebra.
Según dicen los expertos este bombardeo en la capital económica del país podría significar una derrota por los rebeldes y una reafirmación del gobierno de Bashar Al-Assad que rige al país desde 2000 y fue antecedido por su padre durante 29 años antes de su muerte en ese mismo año.
Ante el Bombardeo a Hospital en Alepo, el mediador de Siria ante la ONU Staffan de Mistura ha solicitado a Obama y a Putin intervenir para detener la guerra.