34 personas fallecieron durante la explosión de un carro bomba el pasado domingo, en Ankara, capital de Turquía, justo antes de cumplirse un mes de otros atentados por parte de las fuerzas kurdas en la ciudad.
El ataque sucedido en la zona céntrica comercial de la ciudad, concurrida por miles de personas diariamente, dejó un saldo de 125 heridos al sacudir una parada de transporte en la esquina del Parque Guven del distrito de Kizilay a las 6:41 pm (Hora local).
Según información de las autoridades, 23 personas murieron en el momento de la explosión del carro bomba al chocar contra un autobús en la estación de transporte. El rango del estallido abarcó hasta unos 100 metros de distancia, así también, varios vehículos que se encontraban en las cercanías del suceso, se incendiaron e inclusive edificios cercanos sufrieron daños al quebrarse los cristales con el fuerte sonido de la detonación.
Inmediatamente, ambulancias y órganos policiales se presentaron en el espacio donde ocurrió el atentado y cerraron la zona para prevenir una segunda explosión.
La forma de proceder del atentado manifiesta similitudes con el ataque la ciudad el pasado 17 de febrero, autoría de los Halcones de la libertad del Kurdistán, grupo armado de la guerrilla kurda por lo que aunque, nadie aún se ha atribuído la explosión, se ha vinculado al grupo extremista Kurdo aunque persisten dudas sobre la posibilidad de un ataque del Estado Islámico.
El gobierno turco tuvo una reunión de emergencia luego del atentado, para acordar medidas junto con la alta dirigencia de las Fuerzas Armadas, sin embargo, no hubo una aparición de las autoridades ante los medios de comunicación previo a esto para expresarse sobre el ataque del carro bomba. De hecho, el organismo regulador de la radiotelevisión de Turquía denegó la transmisión de imágenes sobre los hechos y las víctimas antes de una aparición de las autoridades con información clara.
Fuente:Elpais.com
