Jeismar Cabeza brilla con sus goles en Ecuador

La ariete venezolana ha demostrado su talento con el Carneras UPS, de la Superliga

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Hace dos meses, Jeismar Cabeza recibió una propuesta del fútbol español, pero la descartó porque le gusta cumplir sus contratos. Se siente cómoda y agradecida con el equipo cuencano Carneras UPS que hoy, a las 20:00, busca ante Nañas su pasaporte a las semifinales de la SuperLiga Femenina de Fútbol.

Sus 18 goles en 20 partidos la catalogan como la extranjera más efectiva del torneo. La volante venezolana de 20 años se vinculó a mediados del 2018 al plantel salesiano con el apoyo de su compatriota William Pinos. Él habló con el técnico Édisson Méndez, quien la acogió por sus antecedentes como seleccionada de su país.

Según Méndez, “la oferta económica del fútbol español era muy interesante”. Por eso, se sorprendió cuando la descartó y dijo que cumplirá su palabra de jugar hasta la finalización del certamen. Por su capacidad en la cancha, también ha recibido llamadas del balompié colombiano.

El estratega cuencano la define como una profesional del fútbol, que sueña con ser campeona de la SuperLiga Femenina y jugar la Copa Libertadores de América. Llegó como delantera pero debido al retiro de Sofía Sánchez la ubicó como volante de enlace, “por su polifuncionalidad y su desequilibrio en el mano a mano”.

Cabeza y el resto de las compañeras recibe entre USD 50 y 60 por partido, dependiendo de los minutos jugados. Sin embargo, por ser extranjera, Jeismar tiene un trato especial. El club azuayo cubre los gastos de alimentación y del arriendo del departamento.

La goleadora llegó a Ecuador como miles de venezolanos, empujados por la crisis económica de su país. En cambio, su madre Jesusmin Gómez y sus tres hermanos Nayie Cabeza (21 años), Angermint Cabeza (17) y Yeiffer Ladera (10) se radicaron en Lima, Perú.

Pese a la distancia, habla a diario con su progenitora y sus hermanos, vía telefónica, a través de video llamadas o notas de voz. Ella se pone nostálgica por estar lejos de sus seres queridos. “A nadie le gusta abandonar su país o estar sin sus padres, pero cuando toca, toca”.

Es oriunda de Maracay, ciudad a 109 kilómetros al sureste de Caracas. De su familia más cercana, su abuela materna es la única que permanece en Maracay. Sus primos prueban suerte en Argentina, Brasil y Perú. “Estamos relativamente estables, mejor que en Venezuela”. De su padre evita pronunciarse: “nunca ha estado conmigo”.

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Su único ‘hat-trick’ lo marcó en la portería del Delfín, cuando su equipo goleó de local 5-1. Tiene cuatro dobletes, marcados a las arqueras del Guayaquil City, Fuerza Amarilla, Técnico Universitario y Macará. Su primer tanto del 2019 fue ante Barcelona, en la apertura de la SuperLiga Femenina, el pasado 26 de abril.

El 2018 jugó cinco partidos y marcó seis goles con el conjunto de Carneras UPS. Fue la primera en emigrar de su país y por eso se convirtió en cabeza del hogar, con su dinero mantenía a la familia. Ahora su madre y hermanos trabajan y eso la tranquiliza.

Jeismar empezó a patear el balón desde los cinco años. Durante la adolescencia se dedicó al fútbol sala y de allí fue reclutada para la selección venezolana. Luego se vinculó al Estudiantes de Guárico FC. Su anhelo es jugar en la Fuerza Vinotinto absoluta.

Está convencida de que su buen momento es fruto de la preparación y del esfuerzo diario. A su criterio, al final de la temporada tendrá mejores propuestas para jugar en Ecuador o en otros países. “Mi familia está feliz porque sabe que hago lo que me gusta”.

Fuente: Diario El Comercio.