La selección nacional consiguió este jueves su clasificación anticipada a cuartos de final de la Copa América Centenario al derrotar a Uruguay (0-1). El seleccionador nacional, Rafael Dudamel, felicitó a sus jugadores por lo logrado y se lo dedicó a todo el país.
“Vivo con mucha emoción este momento, no me cabe la felicidad en el pecho, sobre todo por mis jugadores, por mi familia, por mi país. Coincidencialmente en 2013, si no me equivoco, en el Sudamericano también vivíamos una situación social apremiante, difícil, así como estamos hoy (y pudimos hacer algo como esto). Para nosotros es especial regalarle una alegría al país e invitarles a luchar, pero todos juntos. Hagamos que crezca el país, ¿Por qué tanta división? 23 futbolistas, 41 personas, le estamos mandando un mensaje al país: unión. ¿Por qué tantas divisiones? ¿Por qué acabar con el país? Venezuela es una sola y así como estamos unidos en un solo color en un partido de fútbol, unámonos como país, como familia. No más divisiones, que estamos acabándonos entre nosotros”, dijo en rueda de prensa el estratega.
“Hoy me daba una tristeza enorme cuando veía en la antesala que en los canales internacionales cuando hablaron de Venezuela en vez de hablar de fútbol y de los jugadores que están en Europa, mostraban era todas las vicisitudes que estamos pasando en el país. Eso me entristecía mucho y veía como nuestros jugadores agachaban las cabezas. Eso que está sucediendo hoy no corresponde a lo que somos los venezolanos, este amor propio, estas ganas de crecer, de luchar, de triunfar, eso sí es Venezuela. Entonces, por favor paremos ya, a quienes corresponda, hagamos un alto. Venezuela, tenemos que cambiar, tenemos que construir, tenemos que salir adelante”, añadió.
La Vinotinto consiguió su boleto a la siguiente ronda con mucho esfuerzo y dejando en el camino nada más y nada menos que al máximo ganador en la historia de esta competencia. “El grupo está como todo el país: feliz, orgulloso, emocionado. Y yo creo que no es para menos. Hoy me di cuenta que nuestros muchachos saben mucho de matemática. Nos enfrentamos a un equipo que representa a tres millones y medio de habitantes y se entregan para darles una alegría. Ellos sacaron la cuenta, si Uruguay es campeón del mundo, son un ejemplo digno de admirar por entrega, por jerarquía, por garra, por amor propio y lo hacen por tres millones y medio de personas, nosotros somos 30 millones. Y así salieron a la cancha: convencidos, con un amor propio único y sobre todo llenos de fe”, resaltó Dudamel.
“El grupo está feliz porque ve en el resultado la consecuencia de su trabajo, de su esfuerzo, de su entrega por una camiseta que tanto tiempo ha esperado por alegrías, por un país que tanto lo necesita y al que hoy le estamos mandando un mensaje. Esto es por una Venezuela exitosa y como dice una de nuestras frases: unidos somos victoriosos”, completó.
La selección nacional llegó a la Copa América con la misión de lavar su imagen, luego de su mal andar en la eliminatoria mundialista y lo está logrando. “Nos tildaron de locos cuando dijimos qué meta tenemos para la Copa América: igualar o mejorar lo que se hizo en Argentina 2011. Ahí vamos. Tenemos poco tiempo de trabajo, pero por sobre toda las cosas contamos con unos jugadores que se están entregando con cuerpo y alma por su país, por su camiseta nacional”, declaró el estratega.
“Muchos pusieron en duda su integridad, su profesionalismo y no fue así. Siempre se han entregado al máximo. Hoy lo que hemos tratado de darles es salud mental, para que puedan jugar y disfrutar. Hablamos de amor propio y miren como lo demostramos. Seguimos creciendo, seguimos cumpliendo paso a paso lo que planificamos y visualizamos. Esto no es casualidad, esto es causalidad, hemos trabajado para ello”, añadió.
Por otro lado, Dudamel recordó que de las derrotas también se aprende: “Todo lo que hoy se va logrando forma parte de lo que hemos vivido, tanto disfrutándolo como sufriéndolo. A pesar de lo dura que son las derrotas, han hecho que a nuestros jugadores se les forje un carácter, se les desarrolle el amor propio. Hoy encontré un equipo con ganas de revertir toda la situación”.
Parte de la batalla
El partido contra Uruguay dejó a varios jugadores de la selección nacional con problemas físicos, Dudamel dio un primer parte de sus dolencias. “Tomás (Rincón) está bien, lo habíamos esperado hasta el último momento porque la contusión en aquella jugada con el jamaiquino fue fuerte, pero hoy demostró por qué es nuestro gran capitán. Salomón (Rondón) manifestó una molestia en el entretiempo en el isquiotibial y aguantó como un campeón hasta que ya no pudo más. Ya teníamos el resultado a favor, teníamos herramientas, teníamos una lectura de lo que Uruguay nos estaba presentando en los últimos 20 minutos. Y lo de Roberto (Rosales) fue una recaída de su lesión en su club; incluso, él fue duda hasta el último momento para el partido contra Jamaica. Apostamos a su experiencia, no estaba al cien por ciento y hoy lamentablemente tuvo una recaída. Vamos a tener el tiempo para hacer su tratamiento, para mí lo más importante es que están todos sanos. Hoy desde la tranquilidad de estar en cuartos, no solamente vamos a tener cuatro días, sino los siguientes (antes de esa fase)”, contó.
Un nuevo camino
La victoria frente a la celeste le dio mucho más que tres puntos a la selección nacional. “Es un triunfo que nos hace crecer mucho más, que nos invita a seguir ganando, que nos invita a seguir creyendo. Es un triunfo que más allá de tres puntos y una clasificación a cuartos, nos marca una amplitud en nuestra perspectiva de cómo encarar todo lo que viene en Copa América y en eliminatorias. Ahora leía que por primera vez en cien años de Copa América, Venezuela logra dos triunfos consecutivos. Hay que disfrutarlo, pero con los pies sobre la tierra. Viene un rival sumamente complicado, como lo es México, y ya estaremos mirando de reojo lo que son los cuartos, así que esto nos va a permitir seguir fortaleciendo a nuestro equipo”, confesó el DT de la Vinontinto.
Una inspiración
La Vinotinto acudió al Rocky steps en Filadelfia antes del choque con la selección uruguaya. Dudamel dio detalles de lo que buscaron con esta actividad. “El mensaje está escrito en la historia y era tomarlo en la escena principal: Filadelfia, Sylvester Stallone, Rocky Balboa. Por la credibilidad que tenía en su capacidad, en su talento y todas las ganas que tenía él de salir adelante, de ser alguien, de triunfar, de creer hasta el final. Al punto de vender hasta su perro para poder llegar a la persona indicada, siempre marcado con la fe de Dios, que le llevó a tener paciencia. Esa paciencia que hemos tenido nosotros para haber estado en algún momento, en otros no”, contó.
“Hoy se nos salió el Rocky que llevamos por dentro, ese Rocky capaz de luchar, de no darse por vencido, de pararse y levantarse. De sudar sangre, pero siempre convencido de su objetivo, ser los mejores. Nos falta mucho, pero tenemos ese Rocky por dentro que no nos va a abandonar y nos va a acompañar siempre”, agregó.
El trabajo realizado
Rafael Dudamel asumió el timón de la selección nacional para esta Copa América Centenario y ayer, tras la clasificación a cuartos de final, repasó algunos de los pasos que ha dado en este corto tiempo.
“Cuando tomamos la selección recuerdo que una de nuestras primeras solicitudes fue viajar al exterior para visitar a los jugadores. Empezamos por Colombia, porque allí estaban Guerra y Seijas, y luego seguimos a Madrid, Málaga y otras ciudades de Europa. Yo iba en el avión con el coach deportivo, el señor Jeremías Álvarez, confeccionando el discurso para ver qué le íbamos a transmitir (a los jugadores) y las metas más cercanas eran las de la Copa América. Es difícil crear un discurso ante la derrota, hacer que los jugadores te crean, alejarlos de la sombra y que puedan sentir una nueva luz en su mente, en su vida; pero los retamos”, contó.
“Era fácil llegar a la Copa América, donde no teníamos nada que perder y seguir la misma línea, pero no era nuestra idea. Planificamos cuatro partidos amistosos, jugamos los dos primeros, en los que vimos a jugadores que pueden ser emergentes en muy corto tiempo y luego cumplimos dos partidos más cercanos a la competencia. Hubo cierta incredulidad de nuestra gente; incluso, de alguno de nuestros dirigentes. Nosotros siempre estuvimos convencidos de lo que queríamos y hoy estamos alcanzando y disfrutando de los frutos”, agregó.
El hecho de tener que enfrentar al actual líder de la CONMEBOL (Uruguay) y al primero de la CONCACAF (México) en este primera ronda les dio una motivación extra. “En ese viaje le dijimos a los jugadores: tenemos tres partidos en la primera fase de la Copa América. Vamos a enfrentar a Jamaica, Uruguay y México. Jamaica históricamente tiene una condición similar, era el partido de ganar o ganar. Después teníamos dos opciones, ver que pasaba con Uruguay y México, siendo el primero de la CONMEBOL y el primero de la CONCACAF. Cualquier hubiese podido salir corriendo o decir: este está loco; pero los jugadores en todo momento estuvieron con mucha convicción. Les preguntamos: ¿ustedes creen que tenemos equipo para lograrlo? Y siempre todos sin dudarlo nos dijeron que sí. Hoy lo han demostrado. Les dijimos: (después de Jamaica) tenemos a Uruguay o tenemos México para revertir la situación. ¿Qué mejor escenario que contra los mejores? Y aceptaron el reto, el compromiso”, relató Dudamel.
Asimismo, el timonel habló de las razones gracias a las que la selección nacional dio un cambio drástico. “Lo primero que hicimos con nuestros jugadores, nuestros dirigentes, nuestros medios y todo el entorno de la selección y el fútbol nacional fue producir un acercamiento, limar asperezas, unir a una selección, una federación partida, dividida. No podíamos trabajar así, la selección nacional es un equipo, es una familia, donde todas las patas de la mesa tiene que estar firmes y sólidas. Si cojeamos de alguna eso se ve reflejado en la cancha. Hay que manejar un solo discurso: claro, transparente, frontal, donde participamos todo el cuerpo técnico, los dirigentes y por supuesto todo el grupo de jugadores. Y esa salud mental, que tanto hago referencia, le da tranquilidad al jugador, que enfocado completamente en fútbol, no en premios, no en viáticos, no en viajes, no en ropa, puede poner en la cancha toda su capacidad, todo su potencial. No hay mensaje, no hay liderazgo, no hay sistema, no hay estrategia, no hay individualidades que valgan cuando el jugador no está concentrado en su juego. Y el jugador, ese que disfrutamos todos los fines de semana en sus clubes triunfando, es un ser humano, que necesita una atención física y una atención mental. Y hemos tenido para cada necesidad un profesional para atenderle. La diferencia ha sido esta, la de tener un grupo totalmente enfocado en lo deportivo”, cerró.
Fuente: Prensa Selección Vinotinto